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sábado, 14 de noviembre de 2009

LA TROMPETA

Quizá hace dos, o un mes
sueño que toco la trompeta.
Una mujer me dice que no puede ser
que ella jamás imaginó un sonido tan sublime.
Pero yo la toco otra vez
y le demuestro que los sonidos salen
como flujo magnético
metiéndose en el almuerzo
y provocando exclamaciones
en los demás asistentes.
Mis dedos en los pistones
son pequeñas serpientes doradas.
Alguien que no veo me aplaude,
después mi mujer me golpea con una cuchara,
luego mi hijo me dice que le duele
el oído.

Yo sigo hasta formar parte de un conjunto
famoso por beber whisky en los ensayos.
después llega mi madre y me reprende
me dice que voy a despertar a los muertos de la cuadra.

Mi trompeta va a dar a su estuche de felpa.

Entonces la primera mujer me vuelve a decir
que ella no lo cree
que yo estoy soñando y que ella sin embargo
me ama.
Yo me despierto cansado,
viendo a mi almohada asustada
aRañándome la cara.

LA TROMPETA

En mis manos tengo una trompeta...muy especial, dulce y graciosa,para despertarte por las mañanas;con su sonido feliz y algo ruidosa.
Soplaré fuerte para que oigas...así no te quedarás durmiendo,enroscado entre las sábanas;y te levantarás corriendo.
Con esta trompeta que conseguí...tendrás suficiente tiempo,para arreglarte y salir;verás que nada podrán decir.
Llegarás temprano al trabajo...te dará tiempo a hacer de todo,pero no debes nunca olvidar;que no te debes trasnochar.

LA TROMPETA

¡Qué hermoso era el sonido de la trompeta
Cuando el músico contuvo el aliento
Y el aire de todo el Universo
Entró por aquel tubo ya libre
de obstáculos!

Qué bello resultaba el estremecimiento
producido por el roce
de los huracanes contra el metal,
de cálidos
vientos del Sur, y luego del helado
austral, que dio la vuelta al mundo.

El viento solano llegó lleno de luz
salpicando de sol y de verano.
El siroco dejó un poco de arena,
y el mistral
era casi silencio,
igual que los alisios.

Pero escuchad,
escuchad todavía
el ramalazo,
la poderosa ráfaga
y deja
sobre la piel
la húmeda caricia del salitre.

Un grito agudo interrumpió la melodía.

El artista, extrañado,
agitó su instrumento,
y cayó al suelo, yerta, rota,
una brillante y negra golondrina.